Como tengo la mala costumbre de no casarme con nadie, daré la de cal y la de arena para que no le guste a nadie. O sí. O qué sé yo.
1) El cartel, personalmente, me parece de muy mal gusto, pero el mal gusto no puede ser un delito. Que algo sea estéticamente cuestionable no lo convierte en penalmente condenable. La "ofensa a los sentimientos religiosos" debería desaparecer de nuestro ordenamiento jurídico, especialmente porque los creyentes (de todas las religiones) se ofenden con suma facilidad.
2) Me parece mal el uso de la palabra "puta", pero no porque pueda aludir a María (por quien no siento ningún tipo de veneración), sino porque no debería decirse de NINGUNA mujer. Que la cantante haya sido insultada en el pasado con ese término no me parece una circunstancia atenuante, más bien al contrario.
3) Para los que dicen que nos mofamos de sus creencias... pues no siempre. A veces nos limitamos a exponer las nuestras. No pido que las respeten del mismo modo que exigen respeto para las suyas, solo pido que respeten mi derecho a hacerlas públicas. Y eso implica respetar que algunas de sus creencias a mí me parezcan absurdas e incluso ridículas, lo cual puede manifestarse desde la mofa o desde la simple y honesta exposición enunciativa.
4) Cristianos: No voy a llamar "puta" a vuestra Virgen (véase el apartado 2), pero debéis entender otros puntos de vista sobre su maternidad. Para quienes no creemos en vuestro milagro de la Anunciación y posterior Concepción por Obra y Gracia del Espíritu Santo, es solo una madre que se quedó embarazada antes del matrimonio. O no, quién sabe. En primer lugar, desde mi moral sexual, eso no es nada malo. En segundo lugar si José, el principal afectado, lo aceptó, absolutamente nadie tiene nada que objetar. Pero si alguien dijera que María no era un ejemplo de moral conyugal, o que es la madre de un bastardo, estaría simplemente exponiendo SUS creencias, tan válidas (o tan poco válidas) como las vuestras. Si os ofende, no es SU problema, ni puede ser delito. Cualquier creencia (incluyendo LAS VUESTRAS) puede ofender a quien cree lo contrario. Personalmente me importan un rábano la legitimidad o no de Jesús y la moral sexual de su madre, pero no puedo aceptar que alguien sea condenado, o simplemente atacado, por expresarse al respecto.
Opino, vamos.
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