Para una vez que no me arranco con una encendida diatriba cargada de pesimismo, voy a compartir mi alegría con vosotros.
He recibido el segundo premio en el III concurso literario "Museo L'Iber", por mi relato "Un poema y un error", que narra la vejez y el exilio del poeta Ovidio.
Mi carne, que tantos placeres me dio, solo es fuente de dolores y rigideces. Este cuerpo que inspiró lujuria a media Roma, y envidia a la otra media, ya solo es capaz de inspirar repulsión. El nombre de Ovidio, que hacía temblar de pasión o de celos, solo hace temblar con las carcajadas.
Los relatos premiados en las tres primeras ediciones saldrán pronto en un libro editado por la propia Fundación.
AQUÍ podéis consultar el fallo del jurado, y AQUÍ tenéis fotos del evento. Yo os adelanto solo unas cuantas.
Recibiendo el premio de la mano del escritor Santiago Posteguillo. |
Y aquí, la lectura pública del relato. Un mal trago para alguien tan tímido como yo. |
Enhorabuena, Josep, y a por más.
ResponderEliminarEso, eso! A por más. Muchas felicidades, Josep. Ya me pasarás el relato.
ResponderEliminar¡Gracias a los dos!
ResponderEliminarEnhorabuena, Josep. No te mereces menos, conocedor de tu calidad y agudeza literaria. Un abrazo. Ricardo Rivera
ResponderEliminarEnhorabuena, al fin se reconoce tu buen hacer.
ResponderEliminarUn Beso,
Carmen Muñoz
Gracias, Ricardo y Carmen. Un viaje de mil millas empieza con un solo paso. Ya estoy una etapa más cerca del Jacobeo.
ResponderEliminarFelicidades doc, tú siempre te lo curras
ResponderEliminarCésar
Enhorabuena, josep. Estoy deseando leer esos relatos. ¿No habría modo de echarles un ojo antes de la ansiada publicación? Besotes.
ResponderEliminarUn abrazo!
ResponderEliminar¡Felicidades! Un gran trabajo en el que casi se siente la nostalgia de Ovidio desde el Ponto. Y lo bien que debió pasarlo el poeta cuando era más joven. ¡Qué caray!. Una gozada. :-)
ResponderEliminarA fuerza de parecer repetitivo, ¡gracias! Y sí, Ovidio de chaval debió ser todo un ejemplar...
ResponderEliminar¡Grande Josep! ¿podemos ver el relato?
ResponderEliminarSaludotes,
Richar
Uuuuf. Esperad un poco a que salga en papel.
ResponderEliminarJosep, no cabe duda que Ovidio lloró su desgracia llena sentimiento, introspección y verdad. Tú, has conseguido transmitirnoslo en unas breves líneas consiguiendo, con delicado y agudo ingenio, ser el Tifis y el Automedonte del relato corto histórico.
ResponderEliminarConviertes lo mitológico en pura poesía.
FELICIDADES!
Ania Granjo